sábado, 31 de diciembre de 2011

1 + 1 = 2 (= infinito)


Pasar un embarazo en el sofá no es nada divertido y crispa los nervios de la personalidad más tranquila (que se lo digan a quien me traía un cafecito diario del Starbuck). Una buena noche, sobre las cinco de la mañana me levanté a hacer eso...es decir...eso, o sea...pis. Y bueno, era como rosita, como estaba adormilada me volví a la cama pero a la media hora volví al mismo sitio...ya sabéis...y bueno, era más rosa, así que ya saltaron mis alarmas físicas y psicológicas y di la voz. Se levantaron mi hermana, marido, madre, padre, mientras yo me aseaba y vestía tranquilamente, realmente sabía que había llegado el momento, yo sabía que era muy pronto, pero también estaba avisada de que sería así. Yo y mi tranquilidad, en realidad estaba muy  sosegada, no tenía miedo, además fíjate que casualidad, era un día bonito y especial, el último día del año. Mientras la casa se alborotaba yo dije que me marchaba, cogí la maleta preparada y me monté en un taxi, eran como las 6 de la mañana. Ahora viene mi momento de vergüenza que debo contar sin reparo alguno, no diré que me hice pis en el taxi, diré que me meé en el taxi (uis perdón). Vamos, que rompí aguas tal cual, enterita, calentito calentito. Y no, no dije nada (perdóneme señor conductor del taxi y los siguientes pasajeros a mí). Pero ya con tal chorro me entró un poquito de miedo y quería llegar cuanto antes, no podía perder tiempo disculpándome (qué mala por dios) pero es que veía como el taxista me obligaría a limpiarlo todo.
Ya en la clínica llamaron a mi ginecólogo, que es un señor estupendo y vino enseguida, a mi ya me habían puesto en una especie de potro con miles de cables en mi enorme barriga y debo decir que mis riñones empezaban a doler bastante. Y llegaron las discusiones médicas, - párale el parto natural que la otra viene del revés, ponle nosequé-cina, vamos al quirófano ya, no, que tiene que venir el anestesista con el cambio de turno, pues yo la llevaría al maternal, pues no hace falta porque ya está de 34 semanas...- y así seguían mientras yo empezaba ya a resoplar y deseé con todas mis fuerzas que llegara el anestesista y me pinchara lo que me tuviera que pinchar. Y llegó, y me tumbaron en una camilla y la inclinaron hacia abajo por la parte de la cabeza y eso me fastidió mucho, y me pusieron una sábana horrible delante para que yo no viera nada, y hablaban del tiempo, y yo estaba ahí, sin notar nada, quizá una especie de chupón en la parte baja de la barriga, y entonces...y entonces...un llanto...¡un señor llanto! Oh, lloré, qué quereis que os diga, si lloraba es que estaba bien, así que lloré de emoción, es lo que pensé, me la acercaron un poco y me maldije por haberme quitado las gafas, miope de mi, mi niña, qué pequeñita era. Y enseguida...una especie de maullido, más suave, mi otra niña...y así nacieron, un 31 de Diciembre, por la mañana, mis soles capricornios, mi vida. Eran tan, tan chicas, apenas dos kilitos, y aunque estuvieron quince días en incubadora con sus más y sus menos, pronto nos acostumbramos unas a otras. 

Y ya son 7 años de amor inmenso, de gritos, llantos, risas, sonrisas, juegos, rincones de pensar, pañales, biberones, millones de baberos en lavadora, ropa a pares, zapatos a pares, coletitas, algún lazo, charlas, preguntas, chistes, y es que, tener dos niñas es mágico, una sueña con princesas rosas montadas en unicornios sobre el arcoiris, la otra sueña con ser la más cool y moderna. Tan diferentes y tan únicas. Gracias a la vida por dármelas. Quedan muchas cosas por hacer, muchas muchas, que enseñarles, que me enseñen, que reir y que llorar. Esos momentos de cosquillas en la cama no se pagan con nada, ni los baños de espuma, ese spa de los domingos inventado por ellas, ni los - mamá te quiero, eres la mejor mamá del mundo-.
Y yo os quiero a vosotras, preciosas, princesas.

9 comentarios:

  1. Que bonito.Soy yo aunque salga anonimo.

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  2. hombre, me gusta pensar que tengo un sexto sentido, pero adivina...toavía no soy. gracias :)

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  3. Es verdad ,un regalo maravilloso por partida doble.Parece que fué ayer tan pequeñas y tan poquita cosa y mira ahora,dos mujercitas con toda la vida por delante,disfruta de ellas y que Dios las bendiga y a tí que las trajiste al mundo.

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  4. Qué relato más conmovedor, Ana.
    María B.

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  5. Qué bonito prima! les encantará que les cuentes la historia una y otra vez. Espero que lo hayan pasado muy bien hoy y ayer, en la celebración. Un besote

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  6. Un nacimiento siempre es emocinante, el primero más aún, encima el tuyo con premio, y tan deseado,la verdad es que ser madred es un regalo de la vida y gracias a Dios hemos tenido la oportunidad de vivirlo y disfrutar cada instante, felicidades, parece que fue ayer... Un beso.

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  7. Gracias Silvia, yo también lo recuerdo mucho,

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  8. Qué bien nos lo has contado!!! Felicidades a ti y a ellas, por partida doble.
    Besos, Begus.

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  9. ¡¡¡¡que suerte Anita te tocó la loteria con tus niñas¡¡¡¡un beso Aurelia

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