Una vez me fugué de casa, bueno, no fue una fuga, fue un "me voy a dormir a casa de una amiga y vuelvo mañana". Sin preguntas. Libertad. Era adolescente. Cogí un autobús, 3 horas de viaje que me llevaron a mi primer beso y a mi primer amor. La verdad, fue la primera locura que hice, no me arrepiento claro, yo sólo me arrepiento de dos cosas en la vida. Pero nada grave. Creo. El caso es que una vez que te lanzas...hay algo que hace clic. Valor y al toro. Nunca he tenido problemas en mostrar lo que siento, y si lo he tenido que demostrar aparte de mostrar, pues lo he hecho. Muchas veces. Claro que una está curada de espantos y vienen decepciones. Pero bueno, son parte de la vida. He tenido mis épocas oscuras, mirando atrás no sé cómo lo superé, desde luego nadie me ayudó. Dice una canción "naces y vives solo", y es cierto, más solos que la una, pero qué bonito ir encontrándote por el camino personas que te acompañan, que a lo mejor no se quedan para siempre, pero que te dejan algo. Unas quisieras que se quedaran y otras deseas que se vayan. Hay quien se empeña en conservar los mismos amigos de siempre en un círculo cerrado sin querer siquiera conocer otro tipo de personas, no saben lo que se pierden.
Yo he tenido la suerte de no ser así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario