miércoles, 21 de marzo de 2012

A mi cuerpo: te quiero


 Stéphanie Zwicky es mujer francesa de 35 años, actriz,  modelo, bloguera...

Fuera de nuestras fronteras existen términos como Curvy Woman, Plus size woman, Big Beautiful Woman. En España, lamentablemente solo se usa el término "gorda", y siempre acompañado de una mirada de compasión o de una risita baja. 
Esta mujer se pasó media vida a dieta, se hizo cirugía bariátrica, la adolescencia no fue de color rosa, y ahora, renace, queriéndose a sí misma, disfrutando de ella y dando todo lo que puede aportar el mundo, sin esconderse, con la cabeza bien alta. Su último artículo me ha encantado. Es el que os enlazo arriba en su nombre. Voy a resumirlo un poquito.

El estilo no es una talla, es una actitud.

Stéphanie empieza diciendo que ella nunca ha dicho que tener sobrepeso sea bueno, que no es genial tener curvas o estar gorda. Porque no lo cree. Solo trata de ser ella misma y eso ya es mucho. La cuestión es que muchas le preguntan cómo se consigue aceptarse a si misma con su cuerpo. Dice que es una pregunta estúpida. Con 12 años el médico le dijo que era obesa y le dijeron que moriría si no se cuidaba. Así empezó un largo camino de dietas probando todo tipo de cosas. Siempre buscando la belleza perfecta. Habla de su proceso de transformación pasando por una adolescencia difícil con el peso como tema tabú en casa.
Se operó con la promesa del doctor de pesar 63 kilos en un año. Pero dejó de ir a rstaurantes, a fiestas, todo el mundo la felicitaba por el peso perdido, por lo guapa que estaba, ella solo existía a través de su peso. Y cayó en una depresión. 17 años. 
Hasta que finalmente empezó a aceptarse a sí misma. Qué cosa más difícil.  Saber quién eres, saber qué quieres en tu vida. Y lo que descubrió le gustó. Paso a paso aprendió a querer su cuerpo. 
Y hace siete años cambió su vida. Igual que hay gente alta, gorda, delgada, pelirroja, con gafas, ser diferente no es un obstáculo para ser feliz. Al contrario, es un factor importante en su vida, ser diferente es menos aburrido que ser todos iguales, tal como ella intentaba antes. 

Hoy soy como soy, dice, me quiero porque yo manejo cómo soy, me he descubierto. Soy una mujer libre.  Así que por favor, dejad de molestarme con problemas de salud, nunca he estado más sana ahora que no torturo mi cuerpo y mi mente. La comida no es un enemigo, hay que aprender qué es, cuándo se necesita. 
Mi apariencia no es más mi única razón de vivir. Hoy estoy orgullosa de mi misma y de la vida que llevo y que puedo llevar. Porque la vida es muy corta para perder el tiempo con lo que piensan los demás, gente a la que simplemente no le gustas. 
En el blog trato de romper las normas que dice que la moda solo es la talla 0. Deja de pensar que solo las mujeres delgadas son chics y trendy. 
No es un cuento de hadas y cuando pasas de la talle 46 tienes que echarle más imaginación y poner más ingenio, pero ahora es posible, gracias a internet. Hay países que tienen muy claro ésto (España no es uno de ellos). 
Es muy frustrante tratar de justificarte continuamente por cómo eres. 

Yo soy como ella (salvando las distancias, ella es guapísima y modelo), los sentimientos atraviesan fronteras, y éste, es un proceso interior donde solo tú puedes salir adelante, a veces con ayuda y otras sin ella. Pero el aceptarse a uno mismo depende sólo de uno mismo. 32 años me ha costado quitarme los complejos, y no siempre una se cura al 100%. 32 años para mirar a la vida a la cara y no siempre al suelo, evitando sonrisas, evitando discursos, charlas, escondiéndome por las calles menos transitadas. Sólo hay dos personas que han hecho posible el cambio de actitud, una he sido yo. Tenía la vista y la mente distorsionada, ya no. Gracias.

Os recomiendo su blog.

5 comentarios:

  1. Es genial ese post de Stéphanie.
    Su mirada hacia la vida es un ejemplo de sentido común y de belleza.
    Me apunté de seguidora en mi revista francesa.

    Besos, Ana.

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  2. Me parece genial lo que dice, aceptarse uno mismo, con sus virtudes y sus defectos es el primer paso para tener una vida feliz.
    Quizás no cumplamos con el estereotipo de "tí@ buen@" que parece es a lo que debemos aspirar porque nos lo han intentado inculcar desde pequeños, pero ¿tenemos que amargarnos por ello, flagelarnos mentalmente, torturarnos?. No. Obviamente es mejor no tener sobrepeso por razones de salud, pero nunca deberíamos volvernos loc@s solamente por una razón de estética o por lo que digan u opinen los demás.
    Como dice el refrán: "Ande yo caliente ríase la gente".

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  3. El sobrepeso mata. No es un chiste.
    El querer ser más delgado de lo que tu genética dicta es suicida, puesto que genera más problemas que los que generaría el sobrepeso controlado.
    Todos debemos aceptar nuestro destino: ser flacos a ultranza u obesos, altos o bajos, no nos hace mejores ni peores. En el caso que nos ocupa, solo se trata de aceptarse tal y como se es. Los de afuera "son de palo" en estas cuestiones.

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  4. Estaría genial que tod@s nos centráramos en ser mejores personas, independientemente del número que marque la percha en la tienda. Me considero una mujer tolerante y comprensiva con todo el mundo y sus circunstancias, me habría encantado que conmigo fueran sólo una mínima parte como lo soy yo, peor claro como yo soy gorda, la veda está abierta, me pueden insultar, reírse de mi, hacer fotos de mi pandero para seguir con las bromas, romperme una y otra vez el corazón con la escusa del peso.
    ¿Pues sabéis qué? que me da igual, yo también tengo claro quien soy, me respeto, soy feliz, y quien no me quiera, él se lo pierde.
    Por cierto Ana tu también eres guapa y modelo a seguir para alguien, todos lo somos. Gordi Love

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