domingo, 29 de abril de 2012

Cosas que diría con sólo mirarla. Rodrigo García y la soledad de las mujeres



El otro día vi esta película casi por casualidad, en casa, era tarde, y empecé a verla pensando que iba a cambiar de canal en cinco minutos o irme a la cama.

El caso es que la vi entera. Cosas que diría con sólo mirarla, del año 2000, director Rodrigo García y no malas actrices. Narra la historia de cinco mujeres que viven en el mismo barrio de Los Ángeles, aunque bien podrían ser cualquier mujer de cualquier barrio de cualquier lugar del mundo. 
Lo que me enganchó, fue quizás, que se cuenta de una manera natural, diaria, no hay escenas dramáticas, ni fantásticas, no más allá de la propia realidad del día a día, que es lo que cuesta. No hay que hacer grandes producciones para hacernos pensar o tocar alguna fibra, todo lo contrario. Soledad y miedo, miedo y soledad, es sino de las mujeres. Miedo a la soledad. Parece que a las mujeres nos cuesta mucho más que a los hombres aceptar la soledad. No sólo se una manera física, va mucho más allá. Aunque ahora se diga que somos independientes, que lo somos, que somos fuertes, que lo somos, que no necesitamos a nadie, y efectivamente puede que así sea, yo sigo pensando que el querer estar con alguien, no por estar sin más, pero sí para compartir, amar, crear, caminar...es un sentimiento natural y muy valioso, ¿tan mala es esa necesidad de querer estar al lado de una persona? No lo creo, no lo quiero creer. 
Mujer madura que busca un hombre que la acompañe; mujer joven que vive con su hermana invidente y se vuelca en ella, dando de lado un poco su vida sentimental por no abandonar a su hermana, que por otro lado tiene una vida social más activa; mujer madura y madre soltera que se fija en su vecino diferente y siente una atracción irremediable, casi tierna; mujeres que luchan contra una enfermedad y viven juntas el temor de quedarse solas; mujer joven que vive una aventura con un hombre casado, el cual no le aporta gran cosa. Todas trabajadoras, independientes, luchadoras. La soledad no entiende de épocas, ni edades, ni estatus sociales. Todas hacemos y buscamos cosas en contra de ella, todas queremos a veces saber algo que calme nuestra ansiedad. Todas nos calmamos en algún momento, lo que no quiere decir que se olvide. Pero vivimos ¿o no?
El cine siempre me abre una nueva mirada a algo, y me acompaña en sentimientos, sabiendo que somos muchos los que sentimos lo mismo. ¿Magia? Contar historias siempre es magia.

3 comentarios:

  1. No la conocía, pero con tu narración...no puedo dejar de verla !

    Un cordial saludo
    Mark de Zabaleta

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  2. Ana:
    Pareciera ser un mal de nuestro tiempo: estar solo en medio de multitudes.
    Siempre se puede intentar hallar esa compañía que falta, aunque haya infinidad de cuestiones que nos tiendan a aislar de ese objetivo.
    Un afectuoso saludo.

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  3. Me la apunto que no la he visto.
    Ay de la soledad cuando nos acompaña...

    Besos, Ana.

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