Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella,
bailamos entre dos mártires y erigimos entre ellos un alminar de violetas o una palmera.
Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.
Robamos un hilo al gusano de seda para construir nuestro cielo y concluir este éxodo.
Abrimos la puerta del jardín para que el jazmín salga a las calles cual hermosa mañana.
Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.
Allá donde estemos, cultivamos plantas que crecen deprisa y recogemos mártires.
Soplamos en la flauta el color de la lejanía, dibujamos un relincho en el polvo del camino
y escribimos nuestros nombres piedra tras piedra. ¡Oh, relámpago! Ilumina para nosotros la noche, ilumínala un poco.
Nosotros amamos la vida cuando hallamos un camino hacia ella.
...........................................................
Flores, hilo de seda, hermosa mañana, un camino que recorrer, soplar al viento, dejar nuestra huella, ¿dónde? ¿en alguien? ¿en las piedras? Iluminar la noche...ilumina mi noche, ilúminala un poco...un poco.
Amar la vida, y todos sus caminos.
...........................................................
Flores, hilo de seda, hermosa mañana, un camino que recorrer, soplar al viento, dejar nuestra huella, ¿dónde? ¿en alguien? ¿en las piedras? Iluminar la noche...ilumina mi noche, ilúminala un poco...un poco.
Amar la vida, y todos sus caminos.
Hablas de la ilusión como camino ¿No?
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Más que una ilusión, creo que habla de una lucha a contracorriente por vivir. Encontrar vida allá done se vaya. Crear vida en cualquier camino.
ResponderEliminarSaludos Mark.
Imagino y creo que no deberíamos nunca de dejar de amar la vida, aunque las piedras con las que nos encontramos nos impidan a menudo seguir transitando por senderos en los que no divisemos luz alguna.
ResponderEliminarBesos, Ana.