Si ves que sigo caminando, no me detengas,
quédate a mi lado.
Si notas que camino rápido,
dímelo y suavizaré mi marcha,
pero no me sueltes la mano.
Si ansías decirme algo,
no te lo escondas,
que tus labios pongan palabras al sonido de tu alma.
Si tienes frío, abrázame,
si estás cansado, miraremos el paisaje.
Si sufres por algo, díselo a mis ojos,
que sabrán devolverte cariño
para aliviar la carga del dolor.
Si cantas, inventaré mil melodías
para acompañar tu voz.
Si lloras, plantaré gota a gota
cada una de tus lágrimas,
para que nazca sabiduría de cada una de ellas.
Todo, todo,
porque te quiero.
Sin más.
Si yo caigo, dime,
si yo caigo...
¿qué pasará?
Me hiciste pensar en la caída.
ResponderEliminarY en ese preciso momento en que caemos.
Y cuan poco nos lo perdonan.
Besos.
El poema es una joyita.
Gracias por todos tus comentarios Eva. Me alegra que te guste el poema, y que te haga pensar, normalmente la poesía cuesta más compartirla sin sentirse a veces un poco ridícula.
ResponderEliminarEs un "acompáñame en este duro camino"...
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Gracias de todo corazón
ResponderEliminarAdios
Mark de Zabaleta
No se me ocurriria censurar a nadie y mucho menos a tti Mark.
ResponderEliminarMe alegra sinceramente saberlo, porque últimamente mis comentarios desaparecen...y me siento "olvidado" !
ResponderEliminarGracias por permitirme comentar (sabes que siempre lo hago con todo respeto)
Un cordial saludo
del Ex-censurado
Mark de Zabaleta