En un mundo hiperconectado, las personas no saben cómo conectar unas con otras.
La comunicación a veces se esfuma dejando paso a insinuaciones vagas e incompletas, medias palabras, medias verdades, vana autocomplaciencia de creer que se está haciendo bien.
¿Dónde ha quedado el cara a cara, mirar a los ojos, tocar con las manos? Las cosas se complementan para ser mejores, no para olvidar comunicar con el alma.
Sigo defendiendo los detalles, pensar en detalles para los demás. Hacer algo que le saque una sonrisa a tu vecino, tu amigo, tu conocido, desconocido, hermano...quien sea, cerca o en la distancia. La cercanía se demuestra con actos. Las conexiones pueden llegar de muchas maneras, filtremos información para dar paso a la conexión, a la empatía. Tenemos una poderosa herramienta para cambiar las cosas, nosotros mismos, y tenemos una nueva vía para hacerlo mejor, para llegar más allá, para multiplicar las posibilidades. Aprovechémosla. Dar, compartir, crear, obsequiar, es, en el fondo, lo que nos hace felices.
Obra de Pilar Sala |
Ana:
ResponderEliminarLa comunicación plena y total no existe. Por más que nos afanemos en tratar de encontrarla, siempre habrá algo de nosotros escondido en lo más recóndito nuestro.
Por supuesto que el tener a un interlocutor enfrente pondrá a nuestra disposición mayor información, pero es solo una cuestión de apariencias: cuántos detalles en una conversación íntima y profunda se perderán ante tus propios ojos, oídos y piel...
Infinidad de veces interpretamos mal a quien tenemos enfrente, a quien tomamos de una mano o en -figurativamente- cuerpo y alma. ¿Acaso eso nos garantiza algo?
Ante tu texto solo me queda ofrecer mi amistad paternal (me acerco a los sesenta) similar a la que doy a diario a mi querida hija Melisa.
Te hago llegar mi abrazo amigo y virtual.
Muchas gracias, te mando otro desde esta parte del mundo
EliminarSon "esos" detalles los que nos hacen retener un artículo, un comentario, un amigo virtual...
ResponderEliminarUn cordial saludo
Mark de Zabaleta
Ana, primero que nada quería agradecerte que pasaras por mi blog.
ResponderEliminarAhora está solucionado el problema que no te permitió comentar.
Respecto a este escrito, debo decirte, que publiqué un cuento llamado Baja tensión con cierto tono satírico e hilarante referido precisamente a la vinculación por medio de la red entre una supuesta pareja.
Concuerdo plenamente contigo en el sentido de que nada puede reemplazar esos detalles de la comunicación cara a cara.
Los medios como internet deben estar para herramientas complementarias y en ningún momento para sustituir el contacto personal.
Te mando un beso grande, me gusta tu estilo, ha de ser porque lo encuentro muy familiar, soy montevideana.
Gracias Paula, te seguiré en tu blog para conocer más tus escritos. :)
EliminarLo primero es lo primero, sin ver, oler y sentir, no podría alimentar un sueño.
ResponderEliminarBesos, Ana.