domingo, 10 de junio de 2012

Rescate a la banca española

Yo no sé de economía ni finanzas ni primas de riesgo. No sé debatir sobre cómo y por qué España se ha endeudado hasta las cejas. Eso de rescatar a la banca suena a chiste malo, pero ha pasado. Es como eso del pan y del mañana ¿cómo es? ¿Pan para hoy y hambre para mañana? Algo así.  Mis hijas y mis nietos (si es que llega el caso) pagarán esta deuda a un precio muy elevado. Por lo tanto he pensado en unos objetivos a corto plazo para empezar a moverse:

  • Hay que aprender a plantar patatas y tomates
  • Estudiar tipos de maquinarias para sembrar y arar campos
  • Aprender a decir por favor y gracias en chino, alemán y portugués
  • Actualizar el currículum en inglés y colocarlo en todas las webs que se pueda
  • Empezar a racionalizar servicios y necesidades básicas, para hacerse el cuerpo
  • Mentalizarse y repetir tres veces al día: mi voto no sirve para nada, mi voto no sirve para nada, mi voto no sirve para nada, también se puede añadir si se desea: son unos sinvergüenzas todos
  • Olvidarse de ir al cine (7.5 euros la película por persona) y tomar una bola pequeña de helado (3 euros)
  • Aprender a coser y remendar
  • Olvidarse de la palabra ocio
  • ...................................................................

Aún así, siempre se puede soñar con un ser humano digno y honrado. Dejar de creer en eso es dejar de creer en nosotros. Parece que ha llegado un tiempo donde ayudarnos unos a otros es la única manera de sobrevivir. 



2 comentarios:

  1. Ana:
    La mejor manera de cometer una estafa es involucrando a todos en ella. De esa manera nadie quedará inmune, tanto como para reclamar el castigo de los que pergeñaron el delito.
    Esto tan sencillo es lo que ha sucedido.
    Gracias al financiamiento barato e inviable, se logró una ganancia donde no había riqueza para generarla. Los necesarios gobiernos a todo nivel, empresas y personas, pusieron su parte.
    Si el Estado se hace cargo de la deuda, que se quede con la banca. Y que a los culpables se les dé su merecido: que no sea menor que el que sufrió el genial Quevedo, encerrado en una torre por años. Sería justicia.
    Y, por favor, no entres en pánico, Ana; que aquí las hemos pasado peores y sin embargo, la gente preparada no se ha muerto de hambre. Eso no está permitido, pues debe ser ella quien genere los fondos para efectuar los pagos.
    Ya verás que no es para tanto desconsuelo.
    Un cálido abrazo.

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  2. Excelente artículo.
    Hay que ponerse manos a la obra !

    Mark de Zabaleta

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