martes, 14 de agosto de 2012

Todos los veranos lo mismo


Se acaba el verano y he sacado en claro unas cuantas cosas:


  • todos los años tenemos una ola de calor y seguimos asombrándonos, cierto, la de la semana pasada fue más calurosa que estos años atrás.
  • los bichos sólo me pican a mi (más de 20 picaduras tengo aún)
  • siguen abandonando perros en carreteras y cunetas (he visto muchos)
  • no aprendemos de los incendios, y ésto es increíble, que se queme media España por imprudencias o que haya gente que lo haga a propósito con fines...¿económicos? ¿políticos? ¿satisfacción personal?
  • puse el sello
  • el viento empieza a soplar diferente, no del todo todavía, pero diferente
  • las sardinas asadas me siguen encantando
  • bañarse en el mar es lo mejor para todo
  • las medallas ganadas por España son mayoría de mujeres deportistas y sin embargo el resto del año no se les tiene en cuenta
  • la tele es un horror en verano
  • twitter triunfa
  • seguimos matándonos unos a otros y en España es muy muy importante que nos peleemos según nuestra ideología política, religiosa, social...
  • estoy deseando que llegue el otoño

La canción que pongo es de El Barrio, y tiene toda la esencia del sur de antaño.

4 comentarios:

  1. Ana:
    Si tú esperas el 21 de setiembre porque llega el otoño, imagina mis esperanzas por ese día, fecha en que la primavera comenzará donde yo vivo. Y es la mejor estación, la de mi cumpleaños y en la que llegan los bellos días del amor.
    No te hagas ilusiones con la tele, nunca.
    A mí lo bichos no me pican, eligen a mi señora, o a nuestra hija, siempre, siempre.
    No sé qué significa la expresión "puse el sello".
    Nunca comí las sardinas asadas, solo ingerí sardinas en lata y en aceite. Mis abuelos hacían pescadilla frita, que no es lo mismo.
    Lo bueno del otoño por estos lares es la falta de lluvias, de polen (para fortuna de los alérgicos), el clima estable: sin calor, ni frío. No tengo idea de cómo es el clima en tu lugar.
    Valga decir que -hasta donde yo sé- ningún inmigrante dejó la Argentina por culpa de sus climas. Y lo digo en plural, porque aquí hay desde la alta montaña, hasta la llanura; desde el calor sofocante (seco, o húmedo), hasta el frío de los glaciares; o el desierto, o la salina, o el delta ubérrimo. Mar o sierras.
    Por ello, cada inmigrante buscó la geografía y el clima más parecido al de su terruño y ahí se afincó. Lo que hace que, generaciones después, nos parezcamos a todos y no seamos como ninguno, todo a la vez.
    Ojalá algún día llegues a visitar este país, como los miles de turistas españoles que vienen cada año. En tanto, yo soñaré con visitar Europa toda y en especial la España de mis mayores (Asturias, Galicia, Madrid, País Vasco).
    Besos.

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    Respuestas
    1. Hola Arturo, lo de puse el sello viene por mi anterior entrada, la de las madrugadas.
      Algún día visitaré Argentina, tengo muchas ganas :)Un beso

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  2. Tienes mucha razón...

    Saludos
    Mark de Zabaleta

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  3. Comparto muchas de las cosas que sacaste en claro.

    Y que llegue ya el otoño, sí.
    Besos.

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