Tocaba poesía a la puerta de tu boca,
tocaba poesía cuando amaneciera,
ya tocaba.
No esperó tanto para cansarse
al movimiento del péndulo que se escapa de ti.
No se cansó. Le tocaba quedarse.
Se queda.
Poesía que llegó curtida,
poesía que llegó danzando
por los caminos mojados de lluvia.
Empapada y cansada,
animada y calmada.
Poesía que tocaba segura,
que sabía el camino a tu aliento,
que miraba y aprendía por las veredas
de los colchones fríos, ojos templados.
Ya tocaba, ya se queda. Poesía.
Pues que suenen las campanas!!!
ResponderEliminarEs preciosa...
Besos, Ana.
espero que se quede
ResponderEliminarRealmente poético !
ResponderEliminarMark de Zabaleta