sábado, 3 de noviembre de 2012

Las mujeres que no amaban a los convencionales

A veces el Twitter me sorprende con alguna frase como ésta:

"No quiero ser un capítulo, quiero ser tu historia"

Tan bonita, romántica, cursi, sincera, inútil.

Nosotras, que nos ilusionamos cuando amamos, que sentimos la música, que queremos más y más. Que añoramos al príncipe en su caballo blanco, que deseamos miradas, caricias, sonrisas, babosadas, que nos morimos por ir al altar, por traer hijos al mundo de la persona querida, por preparar café, asados, por poner las zapatillas a los pies de su sillón, y sentarnos a su lado mientras lee su periódico y lo miramos, y sonreímos, y le decimos "te quiero", y deseamos con todas nuestras fuerzas que nos bese en los labios, que nos regale perfumes, que nos dedique poesías de Neruda...o eso creen ellos.

Nosotras, que amamos a nuestra manera, que sí sufrimos por ser diferentes, que no sentimos igual, que lo expresamos con todos los poros y que sí necesitamos esa mirada, esa caricia, pero nosotras, que somos inteligentes, que luchamos por lo que nos importa, que sacamos las uñas cuando tenemos y debemos defender lo que queremos, que sabemos lo que deseamos, que somos libres, que tenemos iniciativa, que buscamos el camino, que estudiamos estrategias, que miramos por nosotras, —y por vosotros—, que no queremos ser una carga, ni ser la mitad de nadie, ni nos gustan las mamarrachadas cúrsiles pre diseñadas  ni queremos diamantes para desayunar. Si, somos diferentes. Somos únicas. Que os amemos no quiere decir que seamos bobas ni queramos el yugo del romanticismo pastoso. Que os veamos con ojos de enamorada no quiere decir que no respetemos lo que sois ni que no nos respetemos a nosotras mismas. Porque cuando os decimos "te quiero" es porque el "te" implica un tú, un como eres, así tal cual —no un deseo incontrolable de vivir en una casita de muñecas—. Vosotros, que no entendéis que os pongamos un número 1 por delante.
Porque al fin y al cabo, lo que queda es despertar por las mañanas e irse a la cama por las noches. ¿Y qué queremos en esos momentos? Tener una sonrisa, y eso no lo dan unas zapatillas de lana, ni una casa grande, ni una mesa de caoba, ni la imagen de la pareja perfecta frente a los demás, ni lo convencionalmente establecido en las relaciones...la sonrisa la da un calor que no tiene explicación, por mucho que nos empeñemos.
Y así es la vida a veces, un amor de mujer sin razón ni sentido, sin convencionalismos, sin razón de ser y sin razón de sobrevivir, pero es. Sin pedir perdón por como somos.

Ser tu historia es muy bonito, convertirla en nuestra lo es aún más. 




7 comentarios:

  1. Anda que lo has bordado niña.
    Ole tu así se escribe, así se piensa y así SOMOS.
    Besos

    ResponderEliminar
  2. Es interesante conocer un poquito de la forma de sentir de las mujeres, muy interesante.

    Saludillos.

    ResponderEliminar
  3. Saber expresarse para la mujer...y convencerla con palabras!
    Todo un arte.

    Saludos
    Mark de Zabaleta

    ResponderEliminar
  4. Nada como una fémina, para poner los puntos sobre las íes. Magistral!

    ResponderEliminar
  5. Voy a enviarle un link a mi novia, sé que lo disfrutará tanto como yo.

    ResponderEliminar

Te gustará también

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...