A veces tengo un sueño inquieto. A veces se me queda dormido el brazo, depende de la postura. Doblo hacia dentro la mano derecha y la acurruco en el hueco del cuello. Mala postura. Los pies siempre están fríos, los muevo, y en la inconsciencia siento algo áspero. Los días pasan y me doy cuenta que tengo pequeños cortes en los pies. Sangre reseca. Imposible. No me he cortado. Es invierno, uso calcetines. Y e las noches tengo pesadillas.
Ya dura más de una semana y cada día tengo más cortes. Inexplicable. Quito el edredón y hay pequeños y finísimos cristales a los pies de mi sábana. —¿Cómo es posible?— ¿Quién los ha puesto ahí?— Nada tiene sentido. Pido al infinito que me de la respuesta a una pregunta y sueño un no. Lo digo dormida, no, no, no. ¿Es esa la respuesta? No es la que quería. Quería la otra. La que he soñado otras veces.
¿Quién me despierta?
El alba. Déjalo ahí.
ResponderEliminarSalud.
Curioso sueño...premonitivo?
ResponderEliminarMark de Zabaleta