miércoles, 13 de marzo de 2013

Mi Cónclave particular

No es que me importe demasiado el Cónclave, no me emociona como lo hacía antaño, me da igual, despierta mi curiosidad, poco más. De hecho pocas cosas me emocionan ahora mismo, más que nada lo que tengo es un estado de ansiedad constante, emociones reales... las íntimas, casi escondidas, ni sé ponerlas de relieve. Ni escribirlas. Ni mostrarlas. Quizá debería haber ido a Roma y echar aún más clorato de potasio a las papeletas para conseguir un humo más negro, mucho más negro. Como un agujero de esos que algún día se nos tragará. 
Pero el caso es que hay un show montado con la elección Papal que no se había visto antes. Hemos podido ver los rostros de todos los cardenales, las manicuras de todos ellos, sus anillos, sus diferentes modelos, y es como un "Gran Hermano Papal". ¿Quién ganará? ¿A quién echarán primero? Hay todo un merchandasing en las calles de Roma. Todos los medios internacionales están allí. Curiosos, gentes de fe, gentes de poca fe, gentes sin fe. Y en la Plaza de San Pedro no sólo se congregan los católicos pudientes, hay numerosos grupos que relata mi amigo Manolo aquí, en resumen, un circo. Y las familias se reúnen alrededor del telediario y hacen apuestas. Se hacen chistes, las abuelas rezan el rosario, hay nervios.
Yo es que los nervios los tengo guardados en el estómago, y desde luego no por el futuro Papa. He pensado encerrarme en mi misma y hacer mi propio Cónclave. Papeletas a favor, papeletas en contra. Qué suerte Benedicto XVI que se ha ido de retiro. Yo no puedo, más quisiera, ahí si que se puede pensar, sin presiones. ¿Alguien que me preste uno? Un retiro, digo. 



Maia McDonald



1 comentario:

  1. da igual quien salga

    es una institucion anclada en las peores estructuras

    ResponderEliminar

Te gustará también

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...