domingo, 14 de abril de 2013

Sueños tras la puerta del armario

He dejado la puerta del armario abierta porque dicen que así se escapan los sueños.
Me imagino como la negrura de la nada sale despacio por ese resquicio atemporal que guarda quién sabe qué y me mira mientras duermo. Luego se colará por la nariz e irá a parar donde sea que se guarda todo lo que sueño. Lo que deseo. Lo que temo. Lo que añoro o anhelo. Y va escudriñando cuáles son los mejores para llevarse. Yo se los doy todos, los buenos y los malos. Los dulces sueños y las pesadillas. Los sueños vividos que evoco una y otra vez y los que nunca se dieron. Las veces que estuve en el infierno y todas las que morí estrellada, apuñalada, tiroteada. Y los sueños de la vergüenza también se los pongo en la mano.  Las veces que pierdes los dientes, las veces que caminas desnuda por la calle, las veces que te faltan los zapatos y esas veces en que quieres correr y las piernas te pesan como enormes piedras. Y por supuesto todas las canciones oníricas que te sabes de memoria, los gritos que no te salen y te angustian, los idiomas extranjeros que usas con Morfeo. Por mi que haga un hatillo con los que más le gusten y los devuelva al cosmos. Sólo esconderé unos para que no se los lleve. Esos sueños en los que vuelo, esos que me llevan lejos, muy lejos, a las estrellas, al horizonte, a la cima de la montaña más alta y al mar más ancho. Esos me los quedo. 


2 comentarios:

  1. inherente a la vida

    los sueños. Algunos se transmutan

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  2. Algunos sueños quedan siempre guardados...porque no tenemos capacidad para realizarlos...

    Resignación...

    Mark de Zabaleta

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