Lecciones de moralidad

Observo que últimamente la gente da muchas lecciones de moralidad. ¿Se dan cuenta de ello? No lo sé.  Realmente creo que no. Estas lecciones se disfrazan en fases amables, o en picarescas pullas dirigidas a un ser concreto aprovechando la virtualidad, o con pensamientos morales propios, que por supuesto son fruto de una sociedad y de una nueva psicosociología (creo que esta palabra no existe, he vuelto a inventar una) derivada del adoctrinamiento de masas. A veces más acertadas que otras. Creo que la gente se siente en posesión de la verdad plena y absoluta. New age de colores pasteles. Y que la "vie en rose" solo tiene un camino lleno de esponjas y algodones. Y todo el mundo es —debe ser— amable, bueno, cariñoso, dicharachero...

En fin, lo que quiero decir es que las lecciones de moralidad no sirven de nada. Porque no todo es blanco o negro, ni siquiera gris. Variedad de colores. Lo bueno o lo malo... depende de qué. ¿Quién lo dice? ¿Dónde están escritos los patrones que dicen que todos nos debamos comportar igual? ¿Dónde dice que lo que yo hago está mal y lo que tú haces está bien? ¿Quién te lo ha dicho? ¿Tus amigos? ¿Tu psicólogo? 

Me imagino a cada persona con un bosque dentro de ella, un bosque que unos verán seguro, tranquilo, con animalitos y arbolitos frondosos, otros lo verán con árboles tenebrosos, cuevas, alimañas... cada uno lucha con lo que tiene. Pero...¿qué tal si salimos del bosque? ¿Qué hay más allá? Cruzar la línea de seguridad, qué peligro ¿no? Donde no se sepa lo que se debe o no hacer, lo que está bien o mal. Donde cada uno sea como le de la gana de ser.