Los días de verano tienen algo de esperanza en medio de tanta quietud.
Pistoletazo de salida. ¡Boom!
Y el sol no es más que niebla disfrazada preparando lo que viene.
A veces las hojas se mecen, a veces nos mecen, igual hay veranos diferentes.
Unos de finales, unos de comienzos, otros de cambio. Veranos.
Por la noche busco satélites entre las estrellas, las fugaces no se quieren dejar ver, no me dejan pedir un deseo.
Así que busco satélites para que me den la vuelta.
Y orbito.
Las vueltas que doy a pellizcos tienen un efecto inesperado.
Retienen más adentro lo que tantas veces quisiera echar fuera.
Aún falta la conjunción perfecta.
Pero ya viene.
domingo, 28 de julio de 2013
Orbitando
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