Día 17. MACA

Las soporíferas y tristes tardes que no tengo nada que hacer, ni pádel, ni curso, ni reunión, ni nada, me dedico a pasear, claro. Y hacer fotos con el móvil pasadas por Instagram porque quedan como más cool. 

Hoy me he decidido ir al "barrio". Porque todo el mundo me dijo "ve al barrio", que curiosamente se llama Barrio de Santa Cruz. Como en Sevilla. Casco antiguo. Me decían que fuera de noche porque se llena de luces, parejitas, velitas, vinos, todo muy romántico. Obvio que no voy a ir de noche. Una autocena romántica no me seduce nada. Así que me he encontrado con unas bonitas calles, tampoco me he puesto a curiosear callejones porque había poca gente.

Y luego he ido al MACA. Pensadlo bien, el nombre es simple y genial. Museo de Arte Contemporáneo de Alicante. Tres plantas de modernidades, ni un alma. La verdad es que me ha gustado, no todo, pero si gran parte, especialmente algunas colecciones. Y especialmente un dibujo-pintura-serigrafía de Öyvind Fahlström. Se llama Word Map, obra de 1976. ¡Es una obra maestra! También hay obras de Chillida, Dalí, Millares... pero a mí me ha gustado esa. Llena de letras y monigotes, dibujos y denuncias. En una esquinita pone:

THOSE WHO SPEAK OF THE REVOLUTION WITHOUT MAKING IT REAL IN THEIR EVERYDAY LIVES, SPEAK WITH A CORPSE IN THEIR MOUTH (Paris, May 68).

Aquellos que hablan de revolución sin hacerla real en su vida diaria, hablan con un cadáver en su boca. 

Y se aplica a todo eh. 

El motivo de mi visita al MACA no eran las exposiciones, sino las pelis clásicas gratuitas que ponen en su salón de actos. Todos los días a las 8. Hoy tocaba "Los caballeros las prefieren rubias", ya saben, aquella de Marilyn Monroe. Divertida, pero me ha llamado la atención una cosa, la gente que ha ido a verla. Había varios grupos de señoras muy compuestas, cada uno de 2 o 3, todas emperifolladas con mucha laca. En el otro extremo tenemos a dos señoras muy chonis, recalco MUY, con sus pinzas doradas en la cabeza, despeinadas y floreadas. Y gente muy humilde, creo que es la única oportunidad que tienen de ver cine, de aislarse por un rato en un sitio agradable, limpio, pulcro y cómodo. Y por último solitarios y pobres diablos, es decir, como yo, huyendo de la monotonía. ¡Y gratis! 

Mañana voy otra vez, o pasado.