jueves, 24 de octubre de 2013

Por encima de mis posibilidades

Soñé un mundo de oportunidades y risas, soñé que con esfuerzo sería posible, que no importa el tiempo ni las caídas, que todo era viable. Que yo no iba a ser menos, que había un lugar, un estado, donde cada despertar sería maravilloso. Cada noche iba a ser una mirada brillante.

Otra vez, soñé por encima de mis posibilidades.

Imaginé que el café volvía a tener ese sabor que calma el alma, que el sol volvía a calentarme, que la luz de un día claro se colaba dentro de mi y que las nubes y el viento fresco disiparían las miserias. 
Que no había torceduras, que se acabó la espera después de la contienda, que había merecido la pena y por fin, por fin... mi mano derecha dejaría de temblar y mi propio destierro encontraría su lugar. 

Soñé durante tres horas de un viernes.

Pensé que lo valioso no era un hacer, sino una persona. Pensé por encima de mis posibilidades, que hoy me vuelven a enseñar que la vida, por mucha paciencia y esmero que le pongas, es árida y el tono de voz baja más de lo que debiera, por mucho que esperes. Y los noes vuelven a resonar en mi cabeza. Se ríen. Y aunque les ponga mi mejor sonrisa triste, que no es otra que buena voluntad con paso firme, hoy no tengo ganas, ni fuerzas, ni ánimo, ni velas izadas.  

Hoy la vida está por encima de mis posibilidades. Y ya no me quedan uñas. 




3 comentarios:

  1. me pasa algo parecido...
    un placer leerte...
    besos!!

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  2. El sueño podía convertirse en pesadilla, los noes ser protagonistas del viaje y el sol secar el mínimo resquicio de posibilidad. ¡Ofú, qué pena!

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  3. Lo malo es que el esfuerzo si sólo lo hace uno no sirve de nada, y encima te quedas con cara de tonta y el alma en los pies...pero por suerte poco a poco se irá recomponiendo, vaya, eso espero.

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