lunes, 14 de octubre de 2013

Puro teatro diario

Me ha gustado esta entrevista a Jordi Milán, director de la compañía de teatro La Cubana. 

Todas las personas hacemos teatro cada día en nuestras vidas

Es cierto que unos se esfuerzan más que otros. Lo que me lleva a este otro artículo: Las mentiras que contamos para tener sexo. Cosa que yo ya me planteaba desde hace tiempo. Dice "¿qué son el maquillaje, un sujetador de aumento, una faja de reducción y unos tacones sino una mentira? Mentimos para gustar, para atraer". Verdad ¿no? A grandes rasgos todos hacemos de pavos reales para conseguir algo, seamos guapos, feos, gordos, flacos, altos o bajos, tímidos o extrovertidos. ¿Qué más da? Unos escriben, o juegan al pádel, hacen fotografías, son detallistas, van a manifestaciones, se mudan de ciudad... no importa. Todo es para conseguir algo.
Yo soy de la opinión de que la que la mayoría de la gente disimula para parecer normal. Lo expongo mejor en el libro que estoy escribiendo (ajáaaaa, estoy escribiendo un libro). Y en ese disimulo evitamos mostrarnos tal cual somos para evitar el rechazo. Porque tenemos miedo a no ser aceptados-amados-queridos como amigos, en esta sociedad de estereotipos. Hay personas que disimulan menos, conozco algunas (muy muy pocas) que no disimulan nada, y las admiro. Se muestran tal cual son casi siempre. Por supuesto eso conlleva todo tipo de inconvenientes sociales. Pero teatro, hacemos todo. Escena tras escena. Hace poco escuché: es que las mujeres desde que tienen 14 hasta los 99 años no hacen otra cosa que llorar.

Bien.
Podría discutirlo.
Pero no.
Tiene razón.

Somos unas lloricas. Pero ¿por qué? Pues ahí está la cosa, ¿y qué más da que lloremos más? Si es verdad, ¿para qué analizarlo? Podría hablar de hormonas, de emociones, pero es que es así, es un hecho. También somos más valientes y decididas. Mientras se pueda combinar el llanto con el sentido del humor... vamos bien. Equilibrio. No llegar al histerismo ¿Somos más teatreras? LO AFIRMO CON MAYÚSCULAS. Planeamos, rebuscamos, decidimos. ¿Qué es la vida sino una secuencia de escenas? Pero no siempre ganamos o conseguimos lo que queremos. ¿Dónde está el límite entre el "yo pleno" y el "yo que quiero que miren los demás"? Son dos puntos importantes. Lo que yo soy o lo que soy para conseguir algo.
La mentira está en creer que somos el "yo pleno" y no aceptar ningún tipo de crítica a nuestras palabras-hechos-ideas porque no coinciden, entonces nos convertimos en "el yo que quiero que miren los demás" o un determinado tipo de personas afines a mi.

No me habréis entendido nada, pero el resumen es que tenemos que tener muy claro lo que queremos y cómo lo que queremos para que nuestra vida no sea un cúmulo de imitaciones convencionales al hacer nuestro propio guión.



2 comentarios:

  1. Creo que la diferencia entre lo que somos y lo que creemos ser está en como son la gente que nos rodea.
    Si nos tenemos que esforzar para conseguir algo... o no merece la pena o saldrá mal.
    En cuanto a las mujeres... rebuscadas sí!!!!! Teatreras... no lo veo tan claro, no me gusta generalizar.
    ¡¡¡¡¡¡¡Qué se abra el telón¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Yo soy contradictoria. :)
    Nadie es perfecto... ¿o sí?

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  2. Si te pasas la vida intentando ser o intentando aparentar.... Vas a vivir una vida de engaños y mentiras. Primero hacia los demás y luego, hacia ti. A mí eso no me compensa, lo siento. De todas formas... a la gente que actúa así, a la corta o a la larga se la pilla en algún renuncio.

    Un beso guapa. :)

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