sábado, 26 de abril de 2014

De las personas y como son, del amor y tal, del prejuicio y la verdad

  Extraño título, lo sé. Pero es complicado, o va a serlo, intentar transmitir unos pensamientos como estos en palabras. 

  No sabemos ver a las personas. Esa es la verdad. Cada relación que tenemos, ya sea de amistad, fraternal, amorosa, profesional etc... se basa e lo que la otra persona nos haga sentir en base a lo que pensemos que hace. Por lo tanto, no sabemos ver ni apreciar al otro, porque idealizamos todo lo que nos puede dar sin pensar simplemente en el conjunto total. Uf. Lo que quiere decir que no hay o no tenemos libertad ni tolerancia para estar con otra persona sin esperar que nos dé lo que queremos. Así que no sabemos aceptar al otro, básicamente. Porque, ¿quién define lo que está mal y bien, el comportamiento bueno o malo, el que se debe tener o no? Si en una relación ponemos "lazos de unión" que se basan en hacer las cosas de una manera para que se acepten socialmente o íntimamente, todo es una mentira, un fake. 

  Si admiramos a alguien por cómo piensa, por cómo escribe, por cómo desarrolla su trabajo, por su fama, por su imagen, pero luego no aceptamos su día a día con sus defectos (llámese defecto a lo que el que admira lo demás, no admite en su persona) estamos viviendo una farsa auténtica, no solo con nosotros mismos porque nunca veremos realizado nuestro "bienestar" con esa persona, sino porque crearemos un malestar constante en esa relación por querer que se desarrolle como deseamos nosotros y no por la realidad de esa persona.  Pero claro, no todo el mundo tiene la virtud, ni obligación ni la paciencia de la ACEPTACIÓN. Sin más. Por lo visto Einstein era bastante difícil de llevar, Buñuel era un chulo, me han comentado. ¿Acaso ellos no tenían derecho a tener amigos, a tener un amor, a que los aceptaran en su día a día a pesar de su talento? Y los que no tenemos talento alguno, ¿se nos exige más a la hora de compartir una relación? 

  En fin, el ser humano es libre, las relaciones deben ser libres y tolerantes, parejas, padres e hijos, hermanos, profesores y alumnos... Cuando sepamos ver a una persona en su totalidad sin juzgarla por lo que creamos que debe o no debe hacer respecto a nosotros, podremos tener un futuro sin lazos al cuello. 

  Preocuparse por alguien, admirarlo y querer estar a su lado no implica la exigencia de sus haceres y deberes.  Si todo fluye de manera natural, será bueno. No confundir lealtad y compromiso con alguien con cadenas y obligaciones estipuladas.

El sentimiento de pertenencia no es bueno en nada. Las relaciones nunca pertenecen a nadie.
Se dan. 






6 comentarios:

  1. Demasiado complicado, la verdad. Pienso que las personas sencillas tienen la vida más fácil para elegir. Muchas veces me armo un turullo y al final, el complicado era yo. Ahora por ejemplo, me gustaría tener 20 y saber con mis 45...una lástima...Me encuentro al borde de un arroz pasado y una madurez desaprovechada jajajajaja. Me gustó tu entrada.
    Muchos besos simples.

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  2. Somos seres asociales, al fin y al cabo

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  3. pues tu post me pilla en un momento complicado, porque lo que me cuentan de mí y lo que yo creo de mí misma, en los últimos días no se corresponde mucho...
    así que me pregunto si no estaré dando lo que se espera de mí...
    que me dejas pensando...
    besos!!

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  4. Es que no se puede pretender que todo el mundo sea como nosotros queremos, ni que todo el mundo sea como es. Es un juego con pocas reglas, pero las hay. Con dos me bastan: Tolerancia y educación. Si se cumplen esas normas por parte de las dos personas que se relacionan, todo irá como la seda. La educación tiene también sus propias subreglas, como por ejemplo, que no se puede decir por la boca todo lo que venga en gana y luego decir: es que yo soy asi. NO. No se puede poner verde a alguien por las buenas y decir que hay que decir la verdad. NO. Las relaciones con las personas tienen sus reglas de juego y hay que saber jugar, en definitiva, se llama educación y se aprende con el tiempo. Esto es un comentario y no me puedo extender.
    En cuanto a la tolerancia, creo que está muy claro, un a de sus subreglas es el respeto, la manga ancha...
    Me ha gustado mucho tu entrada, Ana
    Muchos, muchos besos ;)

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