martes, 17 de abril de 2012

Práctica de sonrisas

Por una sonrisa, otra.
Así funciona.
¿Cuántas veces sonreís al día? ¿Sólo a conocidos o también a extraños?
A veces se intercambian sonrisas por besos.
O abrazos.
¿Qué preferís?
No valen sonrisas fingidas.
También valen sonrisas por miradas.
O por versos, o palabras, o un nombre.
¿Qué me dais? 
:)

13 comentarios:

  1. Pues si tu me das una sonrisa, yo te correspondo con un beso.
    Me gusta la gente que ríe, la gente que me mira sonriente, te hacen la vida mas feliz. O sea que,.. un besote y una sonrisa! ;)

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  2. Dibujaste de inmediato mi semblante
    pintando con colores y alegría
    trazos de arcoiris a tu paso.

    Las sonrisas son bonitas y como pesan poco creo que llegan muy lejos, te mando una fuerte para que llegue :)

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  3. Adrian, me has regalado una sonrisa, un nombre y un verso, gracias amigo madrileño.

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  4. Es siempre una buena forma de comenzar...

    Saludos
    Mark de Zabaleta

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  5. Hay sonrisas de todo tipo: socarronas, tristes, mecánicas, tímidas, exageradas y muchas más.
    La que ahora adorna mi rostro es una de ingenua felicidad.
    Una sonrisa.

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  6. Me encanta la gente que sonrie!!!!
    Un saquito de sonrisas y besos de colores !!!
    Cristina

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  7. Una vez leí en algún sitio lo siguiente, y desde entonces lo llevo siempre en mente:

    "Una sonrisa significa mucho: Enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo, pero su recuerdo, a veces, nunca se borra"

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  8. Gracias por las sonrisas!! No hay que dejar de hacerlo

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  9. Anita yo no te regalo una sonrisa. Te la presto, porque quiero que me la devuelvas cuando nos veamos con muchos intereses. ;)

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  10. Hay una historia sobre dos bomberos a la orilla de un rio, uno con la cara manchada y el otro no... a lo mejor la conoces. El caso es que hay caras a las que s-i-e-m-p-r-e ante tu mejor sonrisa te devuelven la sensación de que no es suficiente, que no les gusta vamos.. y eso tal vez no vaya a cambiar nunca. Por eso quiero rodearme de gente como tú, que les guste mi sonrisa.

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  11. Pablo, no tengo ni idea de cuál es esa historia de los bomberos, la buscaré...o mándamela. Es verdad que con el tiempo aprendemos a rodearnos de gente que realmente te aprecia, o lo intentamos. Y se acabaron las sonrisas fingidas. :)

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