miércoles, 5 de septiembre de 2012

Sabrina, de Billy Wilder

Wilder dirigió esta película en 1954, contando con Audrey Hepburn como Sabrina y Humphrey Bogart como Linus.
Todos conocemos la historia de Sabrina, una cenicienta más, historia de clases sociales, chica pobre chico rico, diferencias de edad, toda una serie de inconvenientes para que Sabrina, enamorada desde la infancia del heredero menor de toda una industria en auge, luche contra todo ello pese al engaño del hijo mayor. En fin, todos sabemos, que se enamoran el uno del otro. Lo bueno de la película es la maestría de Wilder de llevar a la comedia una triste historia, aunque acabe bien. Destaco la actuación de Hepburn y la del padre de los hermanos Larrabee (John Williams). Son los que más me han gustado. "Perdona que no me quede a fregar los platos", mientras se marcha despacio, con elegancia, y abatida. 
¿Dónde y cuándo hemos perdido la elegancia al hablar, al caminar, al actuar? Me da nostalgia cuando veo estas películas, quizás hemos avanzado demasiado rápido en unas cosas y hemos dejado detrás otras importantes, a mi parecer. 
Las historias son las mismas, amor, desamor, dinero, poder, dignidad, injusticia, pero actuamos de forma diferente. ¿No somos más zafios?
Me quedo con esta escena de Audrey cantando "La Vie en Rose".





1 comentario:

  1. Una gran aportación...y la historia siempre se repite?

    Saludos
    Mark de Zabaleta

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