viernes, 14 de septiembre de 2012

Ya no somos eróticos, sino sexualmente provocadores - digo, incitadores-.

Dice Luis Goytisolo que "la crisis económica es totalmente antierótica". 

Y que lo diga Don Luis. Se acabó el romanticismo y el erotismo, nada de insinuaciones ni de seducir con la cabeza, aquí se va a lo que se va, si es que se quiere. La inteligencia la dejamos para otros tiempos, donde haya que pasar menos penurias y se pueda discutir con argumentos, donde pueda haber una buena charla, contrastar puntos de vista, ser irónico, sarcástico y hasta ingenioso, que bastante mal está la cosa como para tener que entrarle a alguien por la cabeza y el corazón, que no por las partes...bajas. Ya se sabe, que con lo mal que está la vida, mejor un revolcón con prisas, sin miradas, sin mañana, sin preguntas, y cada uno que vuelva a su gris existencia y sus pesares cotidianos. Para qué animarse a ser erótico —que viene de Eros—si lo que vale es ser casi obsceno, presuntuoso, un calentón pomposo como mucho, vacío. Pero bueno, es que estamos en crisis, y en el siglo XXI, y evidentemente, no estamos para tontunas. Que bastante tengo con lo mío como para preocuparme de lo tuyo. Aquí se llama al pan, pan, y al vino, vino.
A todo ésto, el señor Goytisolo en el artículo habla de su nueva novela, que no del erotismo (al que hace referencia en solo una frase de la extensa entrevista), pero el periodista ha querido ponerlo de título para atraer a las masas, por eso del contenido sexual, digo, sensual.

Me permito poner una foto de una obra de Botero, una mujer desnuda leyendo, ¡qué despropósito y pérdida de tiempo!


9 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Pues qué pena Mark. No deberían perderse las cosas buenas. Una cosa es avanzar, y otra desvirtuar.

      Eliminar


  2. Tu nombre se enreda
    en mi pensamiento y
    hace que aflore fuera,
    lo mejor de mí...

    Feliz noche amiga.

    ResponderEliminar
  3. Ana:
    LO qu emanifistas, es -ni más, ni menos- otra de las pruebas de la decadencia actual de nuestra sopciedad. Vamos camino al primitivismo: todo lo atávico comienza a tener en canto.
    Los pensamientos elevados y las disquisiciones profundas ya carecen de interés, loque importa es vivir "a lo bestia".
    Ya vendrán tiempos mejores, donde hasta para el amor habrá sutileza y encanto.
    Un enorme abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto Arturo, pero ¿cuándo vendrán? Es triste darse cuenta de la superficialidad e ignorancia de las personas. Un beso!

      Eliminar
  4. Es cierto Ana y tienes toda la razón. Lo que ocurre es que el erotismo es algo vivo, cambiante y que se moldea con el tiempo. Lo que antes era erótico, la cotidianidad se lo come. Y la mente humana va buscando nuevas formas de erotizarse. Al principio puede ser una aberración, escandaloso... para pasar a ser más normal (socialmente hablando) y después dejar de ser erótico y hacer de nuevo otro ciclo. A los hombres nos erotiza lo que vemos y a las mujeres lo que escuchan. Antes nos erotizaba los gemelos de una mujer al subirse al tranvía, y ahora los muslos de una chica al bajarse de un automovil. Antes os erotizaba un susurro perverso en el oído y ahora... ahora... ¿tambien?

    ResponderEliminar
  5. La verdad es que ese tipo de relaciones dejaron de interesarme hace mucho tiempo.
    El aquí te pillo, aquí te mato.
    Es cierto que hoy nadie quiere cargar con nadie, se ha perdido todo sentimiento de carga y responsabilidades y en todos los sentidos.
    Y así nos va.
    Que la gente está vacía, se duele, y está anestesiada.
    Se busca lo fácil porque nadie quiere compromisos de ningún tipo.
    A mí me gustaba más antes, cuando el deseo y la locura formaban parte del amor.

    Besos, Ana.

    ResponderEliminar
  6. Buen artículo. Dice Luis Goytisolo que aquí se va a lo que se va, ¿podría indicar exactamente lugar y dirección? Sólo por curiosidad cultural, por supuesto.

    ResponderEliminar

Te gustará también

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...