Senderos de Gloria. Kubrick

He tenido la oportunidad de ver la película Senderos de Gloria, de Stanley Kubrick. Año 1957. 

He leído en varios artículos que es la mejor obra del director y toda una oda al antibelicismo. Así es. Debería ser obligatorio verla hoy en día.  

Resumiendo muy rápido: 1ª guerra mundial, ejército francés comete error logístico en la toma de un colina por la soberbia de sus superiores. ¿Les suena? Luego viene un juicio absurdo y toda una cadena de sinsabores que dan que pensar. Y aquí voy.

Las escenas de las trincheras me recuerdan a Gila con su famoso: —¿Es el enemigo? ¿Pueden parar la guerra un momento?— Pues no, parece que la guerra no se puede parar, pero si se puede modificar a conveniencia de unos y otros, nunca de los que mueren claro. Sólo se modifica por cuestiones políticas (poder). La película es una gran crítica cínica a lo absurdo de que la vida de unos dependa de las decisiones de otros. Todo es arbitrario. Se sacrifican personas por puro formalismo y falso patriotismo. Es importante ver cómo mezcla los decorados y luces: angostos y oscuros para los que sufren en la primera línea; luminosos, espaciosos y lujosos para los que deciden. Como hoy en día. 

Señalo el final sin decir cuál es: al fin y al cabo, aunque la crudeza de la situación nos vuelva bárbaros, todos lloramos frente a determinados sentimientos universales. Ante la simpleza de una belleza determinada.