sábado, 21 de marzo de 2020

El mundo ha cambiado el tiempo

Ya sé que mucha gente está escribiendo estos días, algunos escriben cosas esperanzadoras llenas de luz, otros regañan, hacen pensar, otros hacen reír, en cualquier caso es un buen momento para retomar ese (este) blog que teníamos abandonado y plasmar lo que sentimos y lo que pensamos. O lo que buenamente se nos ocurra para pasar el rato, porque lo que es cierto, es que tenemos tiempo de sobra para pensar y reflexionar. Desahogarnos.

Leo en twitter, que esta crisis, lejos de ser el apocalipsis, es un despertar. Un despertar de la naturaleza, que el aire se limpia, ríos y lagos se cristalizan, las ciudades bajan el nivel de contaminación, los pájaros no paran a escucharse a todas horas, y prácticamente que el mundo se está curando y regenerando. A la fuerza, eso sí, porque nosotros no hemos sido capaces ni hemos tenido suficiente voluntad. Desde luego parece algo divino si yo creyera en esas cosas. Divino no sé, pero natural seguro que sí. Y es que la naturaleza, no sé cómo no lo hemos aprendido ya, siempre gana la batalla. El problema es que nosotros creamos que deba existir esa batalla en vez de aliarnos con ella y hacer las cosas bien. Estamos pagando un alto precio por ello y aún queda mucho.

Ahora vamos a la segunda parte, nosotros. Si la naturaleza despierta, el ser humano, que también es parte de ella, debe hacerlo también. ¡Qué oportunidad nos está dando! ¿Cómo no la vamos a aprovechar? El espacio - tiempo ha cambiado. Lo que antes era rápido se ha vuelto lento. Si antes nos desesperábamos por estar un par de horas en casa antes de salir a hacer algo, ahora esas dos horas son infinitas y todo se puede hacer desde dentro. Si antes íbamos a tomar un café con un amigo, ahora vamos al salón a pasar un rato con nuestros hijos/parejas/hermanos. Si antes íbamos al gimnasio, ahora nos hemos montado uno dentro de casa, el trabajo se hace desde un rincón, el baño se convierte en un spa sin prisas, el dormitorio en lugar sagrado de descanso. Cada uno a su ritmo. Los teléfonos fijos parece que han vuelto a sonar. Y ese sitio de ocio son las ventanas y terrazas.

Todo eso está genial, pero ¿y nosotros? Nosotros por dentro. Nuestra forma de ver las cosas, de entender la vida. Porque otra cosa de la que se habla es que nada volverá a ser igual, aunque no estoy segura de ello. ¿De verdad cambiarán las cosas, habrá un nuevo orden mundial respetándonos más unos a otros y al entorno? ¿O volveremos a caer en lo de antes, a pasarlo mal, y unos pocos decidirán quién va a tener una vida digna y quién  no? Ojalá sirva para cambiar cosas, ojalá el ser humano empiece a brillar de verdad.
Como brilla todo el personal sanitario, todo el personal de los supermercados, el personal de las farmacias, todo aquel que sirva con un servicio mínimo e indispensable, los que recogen la basura, los que limpian nuestras calles, los que trabajan para que sigamos teniendo luz, agua, telecomunicaciones, los que nos dan seguridad... Todo el que se implica y es responsable. Porque los que antes creíamos insignificantes nos salvan la vida y la llenan, y los que  nos parecían importantes hemos descubierto que son opacos. ¿El objetivo que tenemos fijado en la vida sirve de algo? ¿Aporta algo ahora mismo lo que haces normalmente? ¿O podemos mejorarlo?

Y lo que venimos haciendo mal, habrá que  pensar en eso, habrá que pensar qué daño hemos hecho a los demás sin venir a cuento, la indiferencia que les hemos mostrado a muchos porque "las cosas son así". Habrá que volver a hablar, a pedir perdón, y volveremos a abrazarnos. Mucho ánimo a todos.



1 comentario:

  1. Me alegra q lo retomes.Siempre es un gusto leerte y hacía mucho que no lo hacías.Espero que esto sea un antes y un después aunque poca confianza tengo en nosotros.Olvidamos muy rápido.

    ResponderEliminar

Te gustará también

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...