sábado, 18 de agosto de 2018

A tres pasos de Irlanda

Estoy parada. Quieta. Aburrida. Tengo mil estímulos para mirar en el ordenador y solo siento nostalgia de otra época. Y en esa época no había móviles, ni HBO ni Netflix, no había tantas cosas para entretenrse, y sin embargo yo era más creativa.

Ahora me digo que tengo que leer, escribir, pintar, pensar, y solo me siento delante de esto con el móvil al lado esperando...¿qué? Una luz, un mensaje.

Y solo quiero volver a Irlanda y sentir frío, y lluvia y luego sol, y oler a hierba mojada y oveja, y comprar postales para que les lleguen a todos, de verdad, era muy cuidadosa eligiendo postales y mandando cartas a todo el mundo, me gustaba hacer fotos, escuchar música celta, ver caras llenas de pecas y pelirrojos por todas partes, moverme. Es verdad que entonces yo tenía todo hecho. Mis padres hace 26 años podían pagar para que yo tuviera esa maravillosa experiencia. Me llevaban y me traían y yo no me preocupaba de nada.

Una amiga busca un piso de alquiler, en el lugar donde vivo, en un pueblo a 10 kilómetros del centro de Sevilla. Y piden entre 800 y 1000 euros. Mi amiga es funcionaria, no tiene un mal sueldo, y sin embargo, no puede afrontar ese gasto. ¿Nos hemos vuelto locos? 1000 euros por 3 dormitorios en el Aljarafe. Se nos ha ido la cabeza, de verdad. ¿Cómo vamos a tener sueños? ¿Cómo vamos a querer viajar o mandar a nuestros hijos a estudiar fuera para que viva ese tipo de experiencias? ¿Cómo vamos a aspirar a veranear si quiera? Los sueldos son los que son. Familias con un solo sueldo, que por muy dignos que sean, no abarcan una vida "normal". ¿Solo nos queda aspirar a sobrevivir mes a mes? 

Las vacaciones son lo peor, estos quince días que las niñas se van la soledad me acecha y me alcanza, claro. Me muerde en la yugular, es cuando me doy cuenta de que el resto del año solo sobrevivo, actúo, hago como que todo va bien, pero estos días es cuando la verdad grita: ESTÁS SOLA. Nadie llama, nadie propone, nadie está. La vida importa un bledo. Nosotros importamos un bledo. Las personas que nos interesan pasan de nosotros y no hay más...

No hay nada, un mar lejano que ni siquiera puedo oler. Creo que la modernidad tecnológica ha traído consigo grandes carencias emocionales disfrazadas justo en lo contrario. Y los fetichismos y taritas que tenemos cada uno se multiplican hasta cegarnos a la realidad. Pero yo lo veo. Nos hemos vuelto aburridos. Y por otro lado no nos dejan hacer gran cosa porque no podemos avanzar ni económicamente ni emocionalmente. Fuck.

Hacía años que no escribía aquí. Un placer.

¿Quién me manda una postal?


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