domingo, 11 de junio de 2023
Mañana será bien
domingo, 4 de septiembre de 2022
Nostalgia negra
He estado viendo unos álbumes de fotos que abarcan desde mi infancia, a partir de 2 años más o menos, hasta mi época universitaria. Y aunque al principio me ha dado mucha nostalgia y un vuelco el corazón, luego se me ha hecho un agujero negro en el estómago, y es que el pasado nunca, nunca, es para volver. Ni para desearlo. La nostalgia es engañosa, te puede dar un aire feliz de un día especial, una rutina que te gustara, un cumpleaños, familiares que ya no están, olores etc, pero analizándolo bien, fríamente, nunca es mejor el pasado. No puede serlo. Por muchos años que hayan pasado, por muy envejecidos que nos veamos, por muchas dificultades que podamos tener, el ahora debe ser más cómodo, más feliz; y el futuro siempre, siempre, ilusionante. Quería compartir esta tontería en un día que me siento quizás un poco vulnerable, pero siempre prefiero mi presente, agarrarlo con fuerza, mejorarlo, quererlo, disfrutarlo, protegerlo, que tener una nostalgia por algo que dejamos hace tantísimo tiempo y que es una trampa.
Creo que hay mucho sitios, personas o rutinas nuevas de las que enamorarse ahora y vivir por ellas. Qué bonita es la vida cuando se es consciente de que lo que se tiene ahora, a veces mejor y a veces no tanto, es por lo que hay que luchar. Por hacer un mundo mejor, donde ya podemos participar plenamente. Por ser más libres, más llenos, y mirar hacia adelante. Por cambiar y desaprender lo aprendido si no nos sirve, por no atarnos a enseñanzas o ideas que huelen a naftalina, por ser más sabios y abiertos, aprender y enseñar. Básicamente, volar, vivir, caernos y levantarnos. O lo que es lo mismo, evolucionar, movernos.
Al fin y al cabo, hay que saber vencer esas trampas que la mente nos pone y levantarnos para una nueva vida que es la que queremos y deseamos. Porque el pasado es un sueño, una siestecita que ya hemos echado y de las que nos hemos recuperado aunque a veces pensemos en esa sensación que nos dejó, buena o mala. Pero ya no está, solo está nuestro yo de ahora. El que puede hacer cosas.
viernes, 27 de marzo de 2020
El tiempo suspendido
y deseas salir fuera y bailar.
Bailar bajo de la tormenta.
Tormenta que se ha hecho fuerte
y ha detenido todo, nuestra respiración,
tus planes, los míos, los suyos,
con una fuerza feroz que ruge en silencio.
Todo no.
Porque sigues vibrando,
porque seguimos soñando,
porque ellos siguen luchando.
Volveremos.
Y brillarás ese día para ser feliz,
para volar, para vivir, para reír.
Tocarás el azul del cielo y creerás que el mundo es un poco mejor.
Las cicatrices serán bellas a todos los ojos.
Entonces habremos aprendido algo.
Del revés también se puede.
Y tú podrás bailar.