A duermevela mi mente salta, lo mismo estoy contigo que me encuentro de repente en un paisaje muy recurrente en mis sueños desde hace años. Es una playa con un edificio de piedra en alto dentro de la arena, en la esquina hay una torre y detrás de la playa hay un desierto, voy mucho allí. Cerca hay un hotel donde la gente duerme masificada.
Contigo he estado en una selva.
A duermevela mis ojos tienen un tic, y a veces vuelo, o bajo escaleras por la barandilla. Todo tiene más luz y es más brillante. También me han apuñalado y me he estrellado en un avión. Y he vivido varios maremotos en Cádiz. Nada es extraño porque conozco mis sueños, los vivo varias veces. Y a duermevela siempre hay momentos en los que crees que te estás levantando y te lavas la cara y aún duermes, intentas abrir los ojos y no puedes. Y es cuando puedo tocarte sin miedo, y tu piel se eriza, y tus ojos miran, y tu boca suspira, solo a duermevela.
Que mundo que tienes ¡
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