Hoy Sofía se ha puesto a filosofar con su amiga la pelirroja. Y han llegado a la conclusión que todo es según el ojo con que lo mires. Lo que quiere decir es que de un hecho las percepciones pueden ser varias según lo mire y analice una persona u otra. Y no quiere decir que sea ni mejor ni peor, simplemente cada uno lo ve de una manera. Eso está muy bien cuando no se quiere imponer al otro lo que tú ves. A lo mejor yo veo que un hecho social está bien y tú lo ves mal. Y la pelea viene al convencer. ¡Eres una inmoral! ¡Y tú una conservadora! Pues tú eres una estrecha de mente, y tú eres ...bla bla. Ya sabéis. Y eso es lo que tenemos hoy en día aquí mismo. Yo digo así y tú dices asá y a mi no me gusta lo que tú dices y entonces tú a un lado y yo al otro. Esto va de lados, norte y sur, rico y pobre, azul o rojo, buenos y malos. Y la gran mayoría tenemos las mismas necesidades, necesitamos, comer, dormir, beber, ir al baño, necesitamos un trabajo digno, un sueldo mensual, una casa, unos derechos, necesitamos y queremos amar, sonreír, gritar, algunos queremos ir de vacaciones a la playa y otros a la montaña, a algunos les gusta Berlín y a otros Dublín. En general, somos iguales, pero queremos hacer una brecha taaaaan grande y pelearnos tanto que no queremos poner en común las cosas que nos unen y necesitamos , que son la mayoría, y sí prestamos muuucha atención las que nos separan. Y es que no tenemos que ser todos iguales, ni siquiera tenemos que ser bicolores, podemos ser rosas, amarillos, verdes, grises etc.
¿No es lo genial de la humanidad poder ser diferentes y aceptarnos unos a otros? Todos iguales es muy aburrido. Si nos aceptamos unos a otros quizás podamos luchar mejor contra aquellos que quieren que vivamos solo de una y determinada manera.
Hace tiempo que dejé de discutir con la gente.
ResponderEliminarNo se gana nada con ello. Sólo una pérdida de tiempo.
Besos, Ana.