Yo también quiero ser actriz,
Quiero subirme a un estrado delante de miles de personas y aclamar justicia para mi país y un mejor bienestar y una lucha por los desamparados, y luego irme a beber un Albariño y comer langosta.
Yo quiero reunirme con mandatarios internacionales con caras muy serias de preocupación y debatir cómo salir del atolladero y luego detrás de los micrófonos hacer bromas sobre esos pobres inútiles parados.
Quiero ampararme en mucha palabrería que suena muy bien para que se me oiga en todos lados.
Quiero sonreír enseñando mucho los dientes para que vean lo fantástica que soy y cuánto me importan los demás.
Yo quiero ir de un lado a otro y viajar mucho y cobrar mucho mientras lucho por mis paisanos.
Quiero salir en la portada de una revista dominical con tres vestidos diferentes y mi bolso de Loewe para decir que las mujeres podemos llegar lejos si nos lo proponemos.
Yo quiero defender a ese compañero de partido a capa y espada aunque sea un ladrón e intentar meter en la cárcel a ese oponente que también es un ladrón. Luego me iré a cenar con los dos probablemente.
Quiero ensayar delante del espejo el llanto, la preocupación, la desolación, la fuerza del optimismo, el consuelo, la amistad, la indignación, quiero ensayar todo tipo de sentimientos que necesitaré sin sentirlos realmente. Porque yo quiero ser actriz. Y ganar mucho. Y retirarme pronto, antes de los 67. La vida es más fácil así.
Yo quiero sentarme en la primera fila platea, con el único fin de observar la actuación y sustituir la ovación por tomates...
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