Las niñas ñoñas nos enamoramos sin saberlo. Creo que me enamoré de casi todos mis profesores cuando era pequeña, de casi todos mis monitores de campamentos y grupos del colegio, siempre de niños mayores. Rubios, altos, morenos, bajitos, de todo un poco. Qué de vida interior tenía yo. Todo el día en las nubes. ¿Quién tiene la culpa de eso? ¿La lectura de cuentos de princesas y posteriormente Victoria Holt? ¿Los dibujitos de Candy Candy? Creo que más bien era la búsqueda de algo. Llegó, se fue, volvió a llegar, y así. ¿No os pasa a vosotros? Decía Gaby Castellanos cuando la vi en una conferencia hace poco, que eso de "cuando amas algo déjalo volar que luego vuelve a ti" es una mierda. Que no es real, que si quieres algo tienes que ir por ello. La verdad, me reí mucho con ella. Ahora ironizo mucho sobre ésto, es más divertido, o más llevadero. Me hago mayor, ¡voy a por todas! Claro que, no quiere decir que lo consiga, pero, prefiero un ratito colorada que cien amarilla.
Esa es la actitud!!!
ResponderEliminarBesos, Ana.